Nadie quería ser presidente. En un grupo conformado por la unión de diversos grupos de amigos, no había ninguna persona con voluntad para liderarlo.
A mi me interesaba Académico o Cultura, por querer motivar a los estudiantes a defender lo que es correcto, a denunciar las irregularidades y tener voz en las instancias importantes. Que la gente participe en todo sentido y sepa a dónde acudir. Darle poder al estudiante, al ciudadano. "Al final, todo depende de la cultura" -pensé.
Sinda eligió Sec. General. Cali no cumplía ciertos requisitos y no pudo optar por cargo, pero era parte del equipo.
Nicolás Lara dijo que se lanzaría para presidente pero adjunto y un tal Alexis Cabrera, del grupo de productistas, dio un paso adelante y se postuló para presidente ante la falta de disposición. La amiga de una amiga de una amiga tenía cierto interés en el asunto y la metimos en Servicios, completando las 14 personas necesarias.
Entre reuniones, risas y discusiones recogimos firmas, armamos objetivos y comenzamos la campaña. El nombre de la plancha era Clave y jugamos con "tú eres la Clave" o "somos la Clave". Pegamos afiches de todos los colores en todos lados, entregamos volantes y borras gratis -con la calcomanía de Clave adherida- y pasamos por los salones invitando a votar.
El día de las elecciones era el mismo día del partido Italia-Alemania del mundial. Votamos, llevamos gente a votar y nos quedamos hasta el final. O se quedaron. Yo me fui a ver el partido con mi familia (eran las semifinales) y la victoria en extra-tiempo fue inolvidable. Tanta era la emoción que un grupo de amigos fuimos a Las Mercedes a celebrar.
En el camino me llama Sinda:
- Ganamos!!! Ganamos!!! No lo puedo creer - decía verdaderamente incrédula.
- Síiii!!!! 2 a 0 con goles de Grosso y Del Piero!!!! Ganamoss!!!!
- No no, ganamos las elecciones! la mayor votación de la historia. 1300 personas participaron y ganamos con algo más de 800 votos.
- ¿En serio? ¡Excelente!
- Sí! Vamos a ir a casa de Luzma a celebrar.
- Dale... en un rato voy para allá.
Y así sin más, dos victorias ese día que cambiarían muchas cosas. Estuve un rato en Las Mercedes y luego llegué a donde estaban todos. Gritamos, bailamos, festejamos y nos felicitamos por la victoria.
¿Y ahora?